¿Conoces a alguien que haya empezado a hacer ejercicio o una dieta y al poco tiempo abandonó? Los resultados no llegan a la velocidad deseada: un error común sobre el manejo de las expectativas.
Tenemos otro grupo de personas que aguantan más tiempo, y a pesar de ello tampoco ven los cambios que buscan. Cuando analizamos con mayor detalle, vemos que en muchos casos entrenan sin saber muy bien qué ejercicios, cuántas repeticiones o cuántos días por semana necesitan para acercarse a su objetivo. Es otro de los errores más comunes. Nosotros también hemos pasado por eso.
Si un futbolista se pasara el día en la piscina, o un nadador montando en bicicleta, el día de la competición seguramente les irá mal. Probablemente estén en forma, pero no habrán desarrollado las capacidades que necesitan. Por obvio que pueda parecer en estos ejemplos, es lo que mucha gente está haciendo. Dependiendo de tu objetivo, deberás planificar una actividad física y una alimentación acordes a dicho objetivo.
PROGRAMAR: QUÉ ES Y PARA QUÉ SIRVE
Tanto a la hora de entrenar como a la hora de comer, si buscas un objetivo concreto es importante tener un plan. Lamentablemente, mucha gente dedica más tiempo a planificar el fin de semana que sus próximos 6 meses de ejercicio y nutrición. Y así es muy difícil ver resultados.
¿Qué debes tener en cuenta a la hora de programar?
• El principio de progresión. Los ejercicios que te costaban la primera semana, un mes después te resultan mucho más sencillos. Tras perder peso rápidamente al principio, esa dieta ya no funciona igual de bien.
Y es que el cuerpo se adapta. Produce mejoras para tolerar mayores esfuerzos, y hace tu metabolismo más eficiente cuando pasas hambre.
Por eso es necesario planificar una progresión adecuada para seguir avanzando hacia tu objetivo. De lo contrario, te estancarás fácilmente.
• Flexibilidad. Dado que el organismo se amolda a los estímulos que le das, tu plan deberá ser flexible. En función de los resultados que vayas obteniendo, tendrás que hacer ajustes.
• Elementos: ejercicio, alimentación y descanso. Hemos hablado de actividad física y nutrición. La tercera parte, muchas veces olvidada, es el descanso. Un equilibrio entre estos tres pilares es lo que te acercará a los resultados.
Si un entrenador pusiera a sus jugadores a correr por el campo como pollo sin cabeza, el resultado sería lo que vemos en los patios de colegio: un montón de cabezas alrededor de la pelota. Es muy divertido, sí, pero no les acerca al objetivo: marcar un gol, meter una canasta, etc. La actividad física, la comida y el sueño son tu equipo. Dirígelo sabiamente.
¿Y para qué te tomarías todas estas molestias?
Pues no solo porque resulta mucho más eficiente, sino también mucho más eficaz: se trata de lograr tus objetivos, y además en el menor tiempo posible.
Ahora bien, queremos dejar claro que NO hay recetas mágicas. Nuevamente, cada persona responde de manera distinta a los estímulos, por lo que es irreal prometer resultados en un periodo concreto. Pero desde luego, siguiendo un plan adecuado, las probabilidades serán mucho mayores.
¿CÓMO PUEDES HACER?
Pues te proponemos tres pasos para que esta vez sí, dejes de perder el tiempo haciendo cosas y esperando a ver si la suerte te acompaña:
- Define tus objetivos. Si quieres instrucciones más detalladas, puedes revisar este artículo.
- Establece un plan en función de esos objetivos. Puedes empezar por aquí, o contactarnos para algo más individualizado.
- Mide y ajusta de forma progresiva. En este otro artículo te contamos cómo hacerlo.
¿Has probado algún otro método para acercarte a tus objetivos de fitness? ¿Te ha funcionado? Cuéntanoslo en los comentarios.