Completando la trilogía, hemos hablado en las dos partes anterior de ejercicio y alimentación, ahora viene la parte que a la mayoría les resulta más fácil: tumbarse a la bartola. Paradójicamente, conseguir la tercera persona de un trío suele ser lo más complicado. En este caso, he dejado para el final lo más fácil: descansar.
DESCANSO
Los momentos de pasión pueden ser agotadores, así que procura irte a la cama con tiempo suficiente para la lujuria y el desenfreno (según se dice por ahí, una media de 20 minutos incluyendo preliminares) y tus horas para reponer fuerzas. ¿Y de cuántas horas estaríamos hablando?
Pues parece que todo el mundo se ha puesto de acuerdo en que 8 horas de sueño son el descanso necesario para funcionar y rendir a diario. No he encontrado apenas estudios al respecto, pero tras consultar a todo un gurú del tema como Garfield, él recomienda muuuchas más horas.
De todas formas, parece lógico que haya diferencias en distintos momentos. Por ejemplo, en invierno puede que necesites dormir más horas que en verano (que se lo digan a los osos), e incluso cada persona tendrá unas necesidades diferentes. Por eso habrá quienes tengan que dormir 9 horas para arrancar su cerebro cada mañana, y quienes con 6-7 horitas estén dando saltos por ahí. Menos de eso… háztelo mirar.
Voy a confesarme. Yo era de los que pensaba “ya dormirás cuando estés muerto”. Tenía la idea de que aprovechando más horas para hacer cosas, estaba siendo más productivo. Lo que estaba siendo es más gilipollas. Garfield es un sabio. Y si no me crees, hay estudios que apuntan que no dormir lo suficiente puede ser factor de riesgo para ciertas enfermedades metabólicas, hormonales y hasta para un incremento de la mortalidad.
DESCANSO DE CALIDAD: LOS RITMOS CIRCADIANOS Y OTROS BAILES DE MODA
¿Te has parado a pensar que pasamos una tercera parte de nuestra vida entregados a los brazos de Morfeo (no el señor de Matrix de las pastillas de colores, sino el dios griego) y que no tenemos ni puta idea de cómo funciona el sueño?
Como no todo puede ser risa, te cuento un par de cosillas para que duermas tranquila/o esta noche.
Dentro de la cronobiología (no me he inventado el palabro, existe de verdad), se establece que los seres vivos tenemos ciertos ritmos biológicos que marcan comportamientos tales como la reproducción, las migraciones o el ciclo sueño-vigilia. Los que más nos interesan para el caso que nos ocupa son los ritmos circadianos. ¿Los ritmos circaqué? ¿Es el nuevo baile de moda?
Los ritmos circadianos son unos ritmos tribales, con un compás de 4/4, que varían según la época de celo del ruiseñor…. Que nooo. Vienen siendo un conjunto de procesos ligados al ciclo día-noche que provocan una serie de cambios metabólicos, en especial del sistema endocrino (resumiendo, que algunas hormonas son más aficionadas a salir de noche, ir a la disco…;)
FACTORES QUE INFLUYEN EN TU DESCANSO
¿De qué dependen los ritmos circadianos? Hay algunas variables que debes considerar:
- Luz, el factor más importante. Durante muchos años (y muchos son unos 1,7 millones), los humanos solo conocíamos la luz del sol, la luna y las estrellas, y hasta hace unos 800.000 años no vinimos a ser capaces de dominar el fuego y crear nuestra primera luz artificial. Ahora bien, desde que el Sr. Edison realizó su genial invento, la luz artificial se ha adueñado del mundo moderno.
– Por un lado, la luz artificial y la natural son muy distintas, así que si te pasas el día encerrada/o entre cuatro paredes y no ves el sol, tu cuerpo lo nota.
– Por otro lado, si de noche vives rodeada/o de luz artificial, tu sistema endocrino no sabrá si ya oscureció y es hora de mandarte a dormir (las hormonas que salen de noche tienen dificultades para entender a qué horas abre y cierra la disco;). Parece recomendable por tanto, que limites la exposición a luz artificial en horas de la noche para no alterar los ritmos circadianos (y eso incluye la TV, la pantalla del teléfono, tablet…)
- Genética. Sí, en los genes hay mucha información, y también hay un espacio dedicado a tus ritmos circadianos, que pueden variar de una persona a otra (¿eres de los que te levantas como una moto o te arrastras al baño cual oso perezoso?).
- Factores ambientales. Como en tantas otras cosas, tu entorno y tus circunstancias van a influir. Turnos rotativos, viajes transoceánicos, entrenamientos nocturnos, un bebé recién nacido, estrés… son ejemplos de posibles causas que hacen que tus hormonas no sepan si prepararse el desayuno o acicalarse para bailotear.
Vainas como la meditación, o la tan de moda mindfulness, pueden ayudar para reducir el estrés y la fatiga, mejorar la respuesta del sistema inmune e incrementar la salud.
CONCLUYENDO
Reconozco que no soy el mejor ejemplo, y tuve una época en la que me tomé en serio la letra de la canción: “vivo más de noche que de día, sueño más despierto que dormido…”. No obstante, entre mis objetivos para este año está el darle al sueño y al descanso la importancia que merecen. Hay quienes recomiendan establecer una rutina para antes de acostarse como ayuda a preparar nuestro cuerpo para el descanso. Personalmente me parece una buena opción. Hazlo a tu manera, que diría Sinatra, pero dale a tu descanso el lugar que le corresponde.
¿Y tú? ¿Cuántas horas necesitas para estar activado al día siguiente? ¿Utilizas algún método para conciliar el sueño?