«No tengo tiempo» es, según las encuestas, una de las principales razones por las que la mayoría de personas no hace ejercicio. La escasez de tiempo es también el motivo por el que muchas veces recurrimos a productos precocinados o al servicio a domicilio en lugar de ponernos a cocinar. Pero… ¿cuánto tiempo necesitarías realmente? ¿Y qué impacto podrías esperar en tu cuerpo y tu salud?
EL PROBLEMA
Suena el despertador otro bendito lunes más. Comienza la semana. ¡Malditos lunes! Te sientes agotada/o solo de pensar en el día que te espera. Te vistes, café y a correr, que seguro que hay atasco. Si además tienes hijos, pues qué te voy a contar (prepara desayuno, mochila, vístelos…).
Cuando sales de currar, ya es de noche (o casi). Y otro atasco de vuelta a casa. Te caes en el sofá, pero no por mucho tiempo. Habrá que cenar, ¿no? A ver que hay por la cocina… Recoge, friega, un poquito de sofá y TV y a dormir. Mañana más.
Multiplica esta rutina por 5, prepara el viaje a Barcelona para visitar unos clientes y las cervezas del jueves con los compañeros de la oficina, hasta que llega el ansiado fin de semana. Como entre semana vas con el tiempo justo, aprovechas estos días para limpiar, lavar, hacer la compra… y para disfrutar un poco. ¿Te suena?
¿ADÓNDE TE ESTÁ LLEVANDO ESTO?
Lo primero en lo que nos fijamos es en el aspecto físico. Si no eres capaz de sacar un ratito al día para cuidarte, pronto aparece la celulitis, la barriga, piel y músculos flácidos, etc. ¿Y a todos nos gusta vernos guapos, verdad?
Pero la cosa no acaba aquí. La parte estética la ves rápido: basta con mirarte en el espejo. Sin embargo, hay otras consecuencias de las que tardas más en darte cuenta: falta de fuerza (abrir los botes de salsa te cuesta sangre, sudor y lágrimas), fatiga (subes unas escaleras y tu respiración se agita), pérdida de coordinación (¿has probado a botar un balón cambiando de mano?)…
Y por último llega el juicio implacable: los análisis de sangre. Sospechosos habituales como glucosa, triglicéridos o colesterol empiezan a mostrar niveles preocupantes. En este punto muchas personas le ven las orejas al lobo, y deciden que ya es hora de ocuparse de su salud. ¿De verdad necesitas llegar a esto?
¿QUÉ PUEDES HACER PARA CAMBIAR LA SITUACIÓN?
Tal vez pienses que no te encuentras en el mejor momento para hacer cambios. Que justo ahora te viene fatal empezar a hacer algo de ejercicio o cocinar un poquito más. Pero si esperas al momento perfecto, probablemente nunca llegue.
Si sigues pensando “no puedo…”, ése será el resultado que obtendrás. Pero si empiezas a plantearte “¿cómo podría…?”, ya estás en camino. Deja de ponerte barreras mentales, y prueba a hacer cosas. ¿Y qué cosas?
EMPIEZA POR AQUÍ
Hemos hecho una enorme reducción a tres pilares básicos. Con tanta información como tenemos disponible, a veces no sabemos por dónde empezar. Pues bien, enfócate en estas tres acciones, y cuando los domines, ya tendrás tiempo de mirar otros temas.
- Muévete más y mejor. Siempre insistimos en la necesidad de la actividad física. Cada día, muévete.
- Come natural. En la sociedad moderna, nos han invadido los productos procesados. A la hora de elegir tu comida, hay una regla bastante simple: cuantos menos ingredientes, normalmente mejor. Y con la bebida, pues igual: ¡agüita fresca!
- Duerme 7-8 horas al día. Aunque pasamos muchas horas sentados, el verdadero descanso es fundamentalmente dormir. Y tu cuerpo lo necesita.
¿PARA CONSEGUIR QUÉ?
El estilo de vida que nos venden podría resumirse en trabaja duro y ya disfrutarás cuando te jubiles (sin trabajo, sin hijos que cuidar, etc.). Hay otras formas de plantearse la vida, y te animamos a que investigues, pero ése es otro tema.
El problema es que las estadísticas no son muy halagüeñas. Actualmente pasamos enfermos una buena parte de la tercera edad. Pero no tiene por qué ser así. Y puedes hacer mucho para cambiarlo. No quiere decir que no te vayas a enfermar nunca, pero va a ser más difícil.
No lo dejes para mañana. Empieza ya a cuidarte. Llegar a los 60 con salud debería ser tu prioridad, y es algo que no se consigue en 1 año. Al igual que ahorras durante mucho tiempo para tener un sustento económico (pensión), con tu salud también debes empezar cuanto antes.
¿CÓMO? LA GUÍA DE ENTRENAMIENTOS Y RECETAS PARA PERSONAS CON MUY POCO TIEMPO
Para ayudarte en este camino hemos desarrollado una pequeña guía de “Entrenamientos y Recetas para Personas con muy poco tiempo”. En ella, podrás encontrar lo siguiente:
- El método que te permitirá entrenar en apenas 5 minutos.
- Un sistema pensado para sacar el máximo beneficio en el menor tiempo posible.
- Ejemplos de entrenamientos desde 5 hasta 20 minutos, para que utilices el que mejor te convenga en función del tiempo que tengas.
- Recetas rápidas y sencillas que te permitan comer rico y bien sin pelearte mucho con la cocina.
- Ideas prácticas para organizar tus comidas semanales.
Descárgatela pinchando AQUÍ.
Super!!! La verdad que conbinar el diario vivir con el ejercicio se veía imposible….
Me encantó este artículo.
Nos alegra que te haya sido de ayuda Ingrid 🙂