Cuando se acerca un nuevo año, nos llenamos de buenos propósitos. Y una vez más, bajar de peso y ponerse en forma están entre los más repetidos por todo el mundo. Los gimnasios se llenan y los dietistas y nutricionistas no paran de atender casos.
El problema viene en febrero. Apenas un mes después, la mayoría abandona. Los centros de entrenamiento pelean por retener a sus clientes, y los menús de la dieta acaban en la papelera. ¿Por qué?
Puede haber tantos motivos como personas, pero a menudo nos encontramos con que la gente tiene una idea poco realista del proceso de pérdida de peso. ¿Cuántos kilos/libras se pueden perder en un mes? ¿El peso es lo único que importa? ¿Qué tengo que hacer? Vamos a tratar de responder a todas estas cuestiones.
MANEJANDO LAS EXPECTATIVAS
Todavía siguen llegando a los centros de entrenamiento, personas que quieren perder 10 kilos (22 libras) en un mes, o bajar tres tallas “porque en dos meses tengo una boda”. Y se suelen topar con dos opciones:
- Reciben escaso asesoramiento, no ven los resultados esperados y abandonan.
- Un buen profesional les informa de que lo que pretenden es poco realista.
La primera es muy triste, ya que esa gente se sentirá frustrada, y sin saber qué es lo que ha ido mal. Llegan a creer que eso de hacer ejercicio no sirve para nada, cuando en realidad es fundamental para la salud.
En el segundo grupo, hay que replantear el esfuerzo que cada una/o está dispuesta/o a realizar.
En cualquier caso, y para ti que nos estás leyendo, ¿cuánto peso puedes esperar perder en un mes?
EL PESO COMO MEDIDA
Antes de darte el dato, déjanos recordarte que el peso NO es el mejor indicador de que estás mejorando. Puede que tu peso se mantenga, pero que estés perdiendo grasa. Si solo te fijas en la báscula, te puedes estar engañando.
Por eso es importante que incorpores otro tipo de medidas como el porcentaje de grasa, o los perímetros de cintura, cadera, brazo o muslo.
¿A QUÉ RITMO SE PUEDE PERDER GRASA?
Por tanto, para ver tus avances, busca un método (puedes consultarlos aquí) que te permita medir tu porcentaje de grasa corporal. Si estás perdiendo:
- 0.5% de grasa / mes: es un buen progreso.
- 1% / mes: estás haciendo un trabajo excelente.
- <0.5% / mes: revisa tu programa y tu nivel de cumplimiento.
Como sabemos que mucha gente seguirá preguntándose por el peso, calcula que el ritmo de pérdida aconsejable está en 0,5-1kg/semana (1-2 lb/semana).
¿Se puede perder más rápido? Sí. ¿Es aconsejable? No. ¿Por qué?
EL LARGO PLAZO
Cuando te decides a perder grasa, debes saber algo: es un trabajo para toda la vida. Por lo general, atravesarás una primera fase donde mejores tu composición corporal (más masa magra y menos grasa), y una segunda donde te dediques a consolidar esa mejora.
En la primera parte del proceso, habrá meses de estancamiento, embarazos, fiestas, momentos de estrés por el trabajo, semanas de mierda… en resumen, la vida.
Puedes contar con un plan de ejercicio y alimentación perfectos, pero siempre hay imprevistos. Eso hará que los progresos NO sean lineales y constantes. Quizá un mes recuperes algo de grasa, y que otro no pierdas nada, antes de volver de nuevo a bajar.
Es importante que lo sepas, para cuando llegue el momento. Será frustrante, pero no abandones. Muchas personas se quedan aquí. No avanzan tan rápido como habían pensado, y vuelven a los malos hábitos.
Por eso, antes de empezar, es importante que te plantees dos cosas:
- tus prioridades,
- tus capacidades.
SÉ SINCERA/O CONTIGO MISMA/O
Antes de empezar un plan de pérdida de peso, pregúntate: ¿por qué lo haces? ¿Cómo de importante es para ti?
Piensa en las cosas importantes de tu vida: tu familia, tus amigos, tu salud, tu trabajo, tu tiempo de ocio, tus amigos… ¿Qué lugar ocupa cada uno en tu lista de prioridades?
Si quieres perder grasa, seguramente es porque tu estilo de vida actual te ha llevado a tener sobrepeso. Por tanto, vas a tener que hacer cambios en tu día a día. Y cambiar implica esfuerzo.
¿A qué estás dispuesta/o a renunciar? ¿Qué estás dispuesta/o a hacer, que antes no hacías? Dependiendo de tu caso particular, esto puede significar dejar de tomar refrescos/sodas, empezar a cocinar todos los días, levantarte antes por la mañana para hacer ejercicio, introducir los vegetales en tu cocina…
Si estás esperando un programa milagroso que en 3 semanas te ponga un cuerpo de modelo, mejor ni empieces. Lograr un cuerpo sano implica cambiar de hábitos. Y cuanto mayor sea el problema, mayor será el número de cambios y áreas de tu vida que tendrás que trabajar para conseguir resultados duraderos (estudio).
YA QUE TE PONES, HAZLO BIEN
¿Cuál es tu plan? ¿Reducir las grasas? ¿Seguir la dieta de la revista? ¿Matarte de hambre?
Es posible que con alguna de las anteriores bajes de peso. Pero también es probable que acabes con efectos secundarios para tu salud.
Modificar tu composición corporal no es una broma. Asegúrate de que te informas bien y de que no corres riesgos innecesarios.
Escucha a tu cuerpo, conoce tus límites, y antes de comprar un sustitutivo de comidas, un suplemento mágico o empezar una dieta milagrosa, asesórate con un(a) profesional.
MENTE Y CUERPO, SIEMPRE ALINEADOS
“El cuerpo va donde la mente dice”. Por eso, es importante que primero tengas las ideas claras.
La mayoría de las personas que logran perder peso, acaban recuperándolo al cabo de 1-2 años (revisión). ¿Por qué?
Cada caso es un mundo, pero nos encontramos a muchas personas dispuestas a hacer una dieta temporal, o a ejercitarse por un tiempo, para después volver a su rutina inicial. ¿Y qué ocurre entonces? Pues que vuelven al punto de partida, o incluso más atrás.
Repetimos: mejorar tu cuerpo y tu salud es una cuestión de hábitos. Son acciones de cada día. Por eso insistimos en que vayas poco a poco, y que te plantees bien lo que estás dispuesta/o a hacer y a lo que puedes renunciar.
Cambiar de hábitos es difícil. Por eso suele ser mejor hacer cambios pequeños, y de uno en uno, a pequeños pasitos. Es más lento, pero en la mayoría de los casos, es más fácil y tiene mejores resultados a largo plazo.
Cada vez que modifiques algo en tu día a día (horarios, ejercicio, alimentación, cocina…), pregúntate: ¿me siento capaz de hacer esto por el resto de mi vida? Si la respuesta es no, quizá debas plantearte un cambio diferente, o algún paso previo más asequible para ti.
Muy bueno primis, me ha gustado todo lo q escribieron y todo es asi mismo y es muy dificil mantenerse.
Te deseo Feliz Navidad para toda tu familia y mucho exito.