Muchas veces damos consejos en base a nuestra experiencia con algo. “Tómate una infusión de jengibre. A mí me quitó el dolor de la rodilla.” O incluso puede que preguntes a varias personas y cada una te diga algo distinto. Y puede que funcione, pero en muchos casos no lo hará.
Y lo que es peor, muchos medios de comunicación hacen publicaciones cometiendo estos mismos errores. No estoy diciendo que todo lo que veas en televisión o leas en un periódico sea bullshit, pero en muchas ocasiones los mensajes que lanzan son demasiado simplistas y llevan a confusión.
LA IMPORTANCIA DEL CONTEXTO
La semana pasada tuvimos la oportunidad de participar en una jornada sobre entrenamiento y nutrición organizada por FEDA (Federación Española de Actividades Dirigidas y Fitness). Participaban cuatro de los grandes referentes del sector a nivel nacional: Sergio Espinar, Ismael Galancho, Miguel Ángel Florido y Walter Suárez.
A lo largo del día, se habló de todo un poco. Alimentos, fuerza, horario de las comidas, dieta paleo, músculos, cetosis, hipertrofia, deporte de competición, suplementos, obesidad, ayuno, psicología, educación nutricional…
Si alguno de ellos me lee, probablemente me daría una colleja por la simplificación que voy a hacer. Pero quizá lo que más me llamó la atención, fue la importancia de matizar y entender el contexto en el que hacemos una recomendación.
Cuando por la mañana se hablaba de las pautas de alimentación para una deportista de élite, surgían muchas preguntas del estilo: “¿Pero no sería mejor…?”. La respuesta, esa que tanto nos gusta: depende. Y como diría Jarabe de Palo: ¿de qué depende?
PARA QUIÉN Y PARA QUÉ
La parte del “para quién” sería infinita. Habría que considerar a cada persona con su genética, su metabolismo, su sexo, su estado de forma, su trabajo, su familia, su educación, su situación económica, sus amigos, sus sentimientos… ¿Se entiende la idea, no? Que somos muy complejos.
La jornada se dividió fundamentalmente en los “para qué”. Esto vendría a ser como cuando el monitor del gimnasio te pregunta el primer día: “¿Y usted qué es lo que quiere? ¿Perder grasa o ponerse fuerte?”
Y es que las pautas de ejercicio y nutrición pueden variar mucho en función del objetivo:
- Máximo rendimiento, orientado fundamentalmente a la competición.
- Estética. Buscar un determinado aspecto físico, para lo cual, y dependiendo del punto de partida, hay dos aspectos básicos:
–Hipertrofia, o ganancia de músculo.
–Pérdida de grasa.
- Y aquí nuevamente cerramos el círculo diciendo que las recomendaciones van a ser distintas según “para quién” las vayamos a hacer.
Cuando te enfocas en un aspecto, los otros dos pueden verse afectados, y se convierten en secundarios. Por eso, las conclusiones que leas en una revista para corredores, serán muy distintas a las que puedas encontrar en un programa de TV orientado a la salud de la tercera edad.
Puede que veas afirmaciones totalmente contradictorias respecto a algún tema, y puede que ambas tengan sentido. Pero si no conoces el contexto, con qué objetivo y a qué tipo de personas va dirigido el mensaje, tendrás una información incompleta.
HE VISTO/LEÍDO QUE MICHAEL PHELPS COME 12.000 CALORÍAS AL DÍA
Primero, ¿dónde lo has visto/leído? Nosotros también lo hemos leído, pero honestamente, no hemos encontrado ninguna fuente fiable de que la noticia sea cierta.
Por otra parte, y aunque fuera verdad, ¿qué? Este tío hace sesiones dobles de entrenamiento casi todo el año, se pasa varias horas al día sumergido en agua (teniendo que mantener su temperatura corporal), compite a nivel olímpico, tiene profesionales a su disposición que le supervisan constantemente, etc. ¿Os parecéis en algo? Pues todavía no hemos hablado de la vida privada, la genética…
Fijarse en las rutinas de los deportistas de alta competición podría ser de utilidad para otros deportistas, y que sean de la misma disciplina. Si un futbolista o un ciclista intentaran imitarle, sería un desastre. E incluso otros nadadores necesitarán adaptar su alimentación y su entrenamiento a sus circunstancias para lograr el máximo rendimiento.
Pero si tu objetivo entra más en el terreno de la estética o la salud, estos modelos solo sirven para crear confusión.
ES QUE ARNOLD ENTRENABA ASÍ
Arnold Schwarzenegger es una de las figuras más influyentes en el mundo del gimnasio. Tras su fama como actor, es quizá el culturista más conocido. Sus grandes logros (sigue siendo el más joven en coronarse Mr. Olympia, por ejemplo) en las décadas de los 60 y los 70 han llevado a muchas personas a imitar sus métodos de entrenamiento.
Pero volvemos a lo mismo: si no eres Arnold, ¿por qué entrenas como él? Sus ejercicios iban enfocados a convencer a un jurado. Su alimentación estaba diseñada para alcanzar el estado físico óptimo para la competición. Incluso ha reconocido abiertamente el uso de anabolizantes.
Las estrategias que él utilizó, seguramente NO son para ti.
APRENDE A DISTINGUIR
En la era de la información, tenemos más de la que podemos procesar. Por eso, resulta fundamental alimentar un poco el espíritu crítico, para no creernos cualquier cosa que vemos o leemos.
Hay que tener cuidado a la hora de compartir noticias o dar consejos. Existen muchas publicaciones con escasa investigación detrás, y experiencias personales que difícilmente otros podrán reproducir.
Por eso, cuando te hagan una recomendación, o cuando vayas a hacer una, pregúntate siempre: ¿y esto para quién? ¿Y para qué?
¿Cuál es tu experiencia con los consejos sobre ejercicio y nutrición de otras personas? ¿Cómo se podría mejorar? Cuéntanoslo en los comentarios.